dilluns, 20 d’agost del 2018

Una sociedad con tiritas

Necesitamos con urgencia poner cura a una sociedad con una salud muy debilitada en los últimos años. La crisis, la reforma laboral, los recortes en sanidad, dependencia y educación, nos están convirtiendo en pobres crónicos.
Es verdad que los grandes números dicen que la crisis ha sido superada, al menos para algunos, pero la realidad es que se han acentuado las desigualdades. Los beneficios empresariales que ya están en niveles precrisis no han tenido su reflejo en el conjunto de la sociedad. Pero la UGT que es un sindicato de clase, sigue defendiendo, después de 130 años, la redistribución de la riqueza como herramienta imprescindible para combatir esa desigualdad, que en España tiene un carácter más virulento que en el resto de Europa. Creo que todos estamos ya un poco hartos de esta situación.
Desde UGT estamos convencidos que debemos dejar a las generaciones venideras una sociedad abierta, justa, igualitaria, moderna, rica…, pensiones dignas, salarios justos, igualdad entre hombres y mujeres, sin discriminación por sexo, sin corrupción, sin violencia, con empleo estable, con atención a la dependencia y con servicios públicos de calidad. Seguramente tienen que pasar años para conseguir logros de tal magnitud, pero no tiramos la toalla.

Podremos legislar e incluso podremos derogar leyes, que han sido nefastas para la clase trabajadora (claro ejemplo son las reformas laborales) pero serán solo curas paliativas, soluciones a corto plazo, tiritas. Vendrán otros gobernantes que cambiarán las cosas nuevamente y seguiremos dando tumbos los de siempre, los más débiles, la clase trabajadora, los que no podemos pagarnos un máster, que nos abriría oportunidades de trabajo, y mucho menos, aprobarlo sin asistir a clase.
Por ello necesitamos con urgencia educar, sentar las bases de un sistema educativo que coordinado con las familias sea capaz de extraer las mejores capacidades de nuestros niños y niñas, capacidades físicas, mentales y sensoriales. Poner a trabajar a la sociedad educativa en un proyecto de futuro firme, pero flexible, que sea capaz de resistir las voluntades políticas, que a menudo persiguen fines partidistas. Necesitamos una sociedad que garantice una educación pública de calidad, capaz de educar en igualdad, en respeto, en derechos, capaz de ofrecer a cada individuo las herramientas que necesita para desarrollarse. Esta es la mejor inversión de futuro y es por esto que no debemos escatimar en recursos ni en esfuerzos, necesitamos una cura definitiva.
UGT, ha sido y es defensora firme de un sistema educativo basado en la igualdad, en la libertad, en el progreso. Como también lo es de la existencia de un pacto de estabilidad que garantice por una parte, la cobertura de todas las plazas vacantes, lo que redundará en la calidad de la enseñanza y por otra, el aprovechamiento de la experiencia que el profesorado interino puede aportar.

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