Entre otras definiciones, podemos
decir que “dependencia”, es aquella que aparece cuando una persona tiene un
elevado grado de discapacidad, o disfuncionalidad, y necesita la ayuda de
terceros. Que dicha situación no se elige, viene sobrevenida de un día para
otro, y que todos podemos ser dependientes. Por ello, desde UGT, tal y como
especifica la Plataforma por la ley de la Dependencia, exigimos que se cumpla
dicha ley y que se reconozcan los derechos de los dependientes, que son personas
y familias que tienen nombres y apellidos, que realmente existen y que no son
sólo números.
Con motivo del décimo aniversario
de la aprobación de la Ley de Dependencia, UGT reclama mayores recursos materiales y
económicos para dar cobertura a todos los que necesitan la ayuda. Desde 2011,
el Gobierno ha disminuido el presupuesto a esta partida en 619 millones de
euros, cuando hay una lista de espera de más de 350.000 dependientes, esperando
recibir la ayuda. Entre ellos más de 3.000 corresponden a Castellón. Hemos
asistido a la paralización de la Ley y los efectos demoledores de los recortes
y reformas aprobadas por el gobierno del Partido Popular en estos últimos años,
que nos habían conducido a un descenso
de las personas atendidas, una reducción de horas de atención en el domicilio,
una incompatibilidad completa de las prestaciones, la disminución de la cuantía
de las prestaciones a percibir, la suspensión de la obligación de realizar el
convenio especial con la cotización a cargo de la Administración del estado,
el incremento del copago…
En nuestra Comunidad, a pesar de
que la Ley nunca se había aplicado completamente, ni mucho menos, sí que es
cierto que cuando se promulgó la Orden 21/2012 sobre recortes y copagos, esta
se aplicó de inmediato y en su totalidad. Entre otros efectos , tuvo que a los
residentes en centros de la tercera edad, se les comunicaba por carta, que a
partir de esa fecha , en vez de doce mensualidades, pasaban a pagar catorce,
pero sin reducción de la cuantía, por lo que realmente, lo que significaba era que esa paga (“paguita” en la
mayoría de los casos), que ellos utilizaban para comprarse alguna cosa, ropa,
etc., y la de Navidad para hacerle un detallito a los nietos, ya no iban a tenerla.
Afortunadamente, en marzo de 2016,
se dicto una sentencia por parte del Tribunal Superior de Justicia de la
Comunidad Valenciana en la cual se derogaba la Orden anterior. Por lo cual, a
partir de ese momento, hay que contemplar
las distintas opciones en materia de reclamación. Incluidas las personas
fallecidas. Desde las Plataformas en defensa de la Ley de Dependencia, de las
que UGT forma parte, vamos a elevar a la Consellería una propuesta formal para
que actúe de oficio y no deje a los dependientes da la Comunidad Valenciana que, para
recuperar sus DERECHOS, tengan que seguir haciendo reclamaciones ante la Administración y los Tribunales.
La verdad, es que a todos se les
llena la boca hablando de los dependientes,
pero hasta que no les toca de cerca, no se dan cuenta de lo que representa,
sobre todo para el afectado, pero de forma directa para la familia. Para esos
cuidadores, que siempre son los olvidados, con la carga emocional que soportan,
que arrastran unas secuelas físicas nunca atendidas y conviven con unas
limitaciones manifiestas para desarrollar su vida personal y profesional.
A ver si a partir de ahora, todos
nos damos cuenta de lo que representa ser dependiente, algo, que como he dicho
al empezar este artículo, nos puede pasar a cualquiera, pero, si tenemos
suerte, nos pasará a todos, ya que el cumplir muchos años, te lleva a una
situación de dependencia, y no te gustaría no tener las condiciones mínimas
para tener una vida digna.
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Artículo de Opinión de Francisco Sacacia.
Artículo de Opinión de Francisco Sacacia.
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