Como era de esperar, Mariano
Rajoy ha sido reelegido presidente del gobierno. Con los votos a favor del que
decía que no, después que se abstenía y al final que sí (Ciudadanos), y la
abstención de un partido (PSOE), que se lo va a tener que hacer ver. Que
debería realizar una renovación casi general de todos los miembros a nivel
nacional, y que tome ejemplo de los acuerdos de ámbito local, provincial y
autonómico. La ciudadanía, sus votantes, no entiende esa abstención, no
entiende que se facilite la investidura del presidente de un gobierno que
durante cuatro años, mas uno en funciones, ha recortado derechos en materia
laboral (Reforma), educativa (Lomce), sanitaria, prestaciones de desempleo,
libertad de expresión (ley mordaza), etc. Según los dirigentes del PSOE, era el
mal menor, porque en unas terceras elecciones, se suponía, que el resultado
hubiera sido más favorable al PP.
Los de Podemos, tampoco se
salvan, porque aunque hayan votado NO a Rajoy, también votaron NO a Sanchez,
sin querer entrar a negociar cualquier tipo de acuerdo donde estuviera
Ciudadanos, dándole la razón, a los que decían que sólo perseguían sillones. Si
no era así, lo han disimulado muy mal.
Los partidos nacionalistas, van a
su bola, a ellos les da igual quién esté. Hemos visto durante años que han
pactado con el PSOE, el PP, y más porque no ha habido, sino también.