Como era de esperar, Mariano
Rajoy ha sido reelegido presidente del gobierno. Con los votos a favor del que
decía que no, después que se abstenía y al final que sí (Ciudadanos), y la
abstención de un partido (PSOE), que se lo va a tener que hacer ver. Que
debería realizar una renovación casi general de todos los miembros a nivel
nacional, y que tome ejemplo de los acuerdos de ámbito local, provincial y
autonómico. La ciudadanía, sus votantes, no entiende esa abstención, no
entiende que se facilite la investidura del presidente de un gobierno que
durante cuatro años, mas uno en funciones, ha recortado derechos en materia
laboral (Reforma), educativa (Lomce), sanitaria, prestaciones de desempleo,
libertad de expresión (ley mordaza), etc. Según los dirigentes del PSOE, era el
mal menor, porque en unas terceras elecciones, se suponía, que el resultado
hubiera sido más favorable al PP.
Los de Podemos, tampoco se
salvan, porque aunque hayan votado NO a Rajoy, también votaron NO a Sanchez,
sin querer entrar a negociar cualquier tipo de acuerdo donde estuviera
Ciudadanos, dándole la razón, a los que decían que sólo perseguían sillones. Si
no era así, lo han disimulado muy mal.
Los partidos nacionalistas, van a
su bola, a ellos les da igual quién esté. Hemos visto durante años que han
pactado con el PSOE, el PP, y más porque no ha habido, sino también.
Con el nombramiento de los nuevos
ministros, si alguien albergaba alguna esperanza, se le habrá esfumado de
golpe, ya que los causantes de los mayores recortes enunciados antes,
siguen(Economía, Hacienda,Trabajo,Educación), y los cambios han sido obligados,
empezando por el de Fernández Díaz.
En definitiva, tenemos un
gobierno prácticamente como el que había, con una notable diferencia: NO TIENEN
MAYORIA ABSOLUTA. Y ahí, es donde el
resto de partidos nos tienen que demostrar, si están dispuestos a mirar por la
ciudadanía, o si van a seguir velando por intereses partidistas, como si
estuviéramos permanentemente en campaña electoral.
Desde UGT no vamos a cesar en ningún caso
en las reivindicaciones que venimos
exigiendo al gobierno, sea éste cual sea, y pensamos que es el momento de, con
la mayoría en el congreso, modificar, sino derogar, la Reforma Laboral, en
materia de negociación colectiva, condiciones de trabajo, contratación….
No se puede permitir que los trabajadores de
las pequeñas y medianas empresas (la mayoría), no tengan el paraguas de un
convenio colectivo de ámbito sectorial, con la seguridad que ello proporciona.
No se debe consentir, que unilateralmente el
empresario modifique las condiciones de trabajo, porque el resultado es siempre
el mismo, reducción de salario. No es de recibo que se subcontrate a empresas,
para que el trabajador que realice ese trabajo, cobre muchísimo menos que el que
corresponde a ese puesto.
No puede ser que el 90% de los
contratos sean temporales. Que encima, sean a tiempo parcial, con lo que se
genera los “trabajadores pobres”, con sueldos de 400, 500 y 600€ al mes. Es una
vergüenza que consintamos esa situación. Siendo conscientes de que hay algunos
trabajos que son de temporada, pero ni de lejos el 90%. Y todos aquellos que
sean para cubrir puestos estables, debería penalizarse su rotación, ya que lo
único que se genera es precariedad, incluido la siniestralidad. Además, con
esos sueldos tan bajos, la aportación a la Seguridad Social es menor que la que
se generaba con menos trabajadores con
salarios dignos, con lo que repercute entre otras cosas al sistema de
pensiones. Asunto que hay que abordar inmediatamente y dejar de marear la
perdiz. ¡¡ Que no estamos en campaña!!
Tampoco hay que dejar de lado el
sistema sanitario, con las coberturas, ley de dependencia, los comedores
escolares, el sistema educativo, que está pidiendo un pacto por mayoría, que no
se modifique en función de cuál sea el color del partido que esté en el
gobierno.
Garantizar por ley, que ningún
hogar en España se verá privado de energía eléctrica, por falta de pago por
carecer de recursos, es inadmisible, y mas, cara al invierno.
Considero, que si todo lo
anterior son capaces de sacarlo adelante, podremos empezar a tener un poco de
confianza en la clase política, cosa que hoy por hoy, sean del partido que
sean, lo único que generan es escepticismo. Y si no, que se lo pregunten a los
norteamericanos, que por la desconfianza que le generan los políticos, han
elegido contra toda lógica y todo pronóstico, a Donald Trump. Y ha pasado como
el Brexit, que ahora ya se quejan. Por el bien de todos, espero que los
políticos españoles, tomen nota y no tengamos que arrepentirnos, sobre todo
aquellos que confiaron en ellos, y aquellos que no les votamos, o sea, todos.
Por cierto, ya lo había
adelantado en artículos anteriores, de momento hay que hacer un recorte de 5500
millones de euros. ¿Dónde lo van a hacer? Continuará…
Publicado en el Periódico Mediterráneo
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada