Aún en los tiempos que corren, de comunicación digital, a veces llegan
cartas y en ocasiones, hasta traen noticias esperanzadoras. Y si no, que se lo
digan a los carteros y las carteras, a
los trabajadores y trabajadoras del sector público postal, que en el mes de
enero recibían en sus propios buzones noticias del Presidente de Correos
anunciando un proceso de diversificación tan esperado y tan necesario.
Pero si fueron buenas noticias para todos los empleados postales, aún las
recibimos mejor las centrales sindicales y en especial el sector postal de la
Federación de empleadas y empleados públicos de UGT.
Después de todas las movilizaciones para conseguir dignificar el servicio
público postal exigiendo dotación presupuestaria suficiente y cambios de
gestión que modernizaran el servicio para poder competir con las empresas
privadas. Después de todas las jornadas de huelga para exigir un proceso de
diálogo y negociación, necesario para el aumento del empleo, los salarios y la
regulación de derechos. Después de sufrir recortes continuados en sus
presupuestos que provocaron la reducción en plantilla de 15.000 trabajadores en
los últimos diez años. Después de todo lo sufrido y lo luchado, se consigue
llegar a un Acuerdo con carácter plurianual que mejoraría las condiciones de
los trabajadores y en el que finalmente todas las patas implicadas en esta mesa
de negociación parecen estar de acuerdo y a la misma altura. Hacienda, Fomento,
SEPI y la propia dirección de correos. Un Acuerdo que parece tomar fuerza
cuando Juan Manuel Serrano, presidente de Correos, anuncia nuevas líneas estratégicas que aporten
mayor rentabilidad a la entidad, planteando incluso la posibilidad de que
algunas oficinas de Correos, en principio las de poblaciones más pequeñas,
podrían convertirse en agentes bancarios, como ya lo fueron en su día.
Medidas que hablan de la expansión internacional, cambios tecnológicos, eficacia social, eficiencia económica y competitividad tan
reclamadas por los trabajadores y trabajadoras, avaladas hoy por Vicente
Fernández, presidente de la SEPI, Sociedad Estatal de Participaciones Industriales.
Medidas que llegan a UGT como un mensaje de confianza, viendo que los primeros cimientos ya están
puestos, entendiendo que van en la línea de lo que venimos demandando para
garantizar nuestro Servicio Postal Universal.
A veces llegan cartas como una declaración de intenciones, y a partir de
ese momento sólo queda esperar que se puedan materializar y no se queden
olvidadas en un cajón, lo que nos obligaría a volver a las movilizaciones con
bastante decepción, pero sin rendirnos. Intenciones que inevitablemente pasan
por los resultados electorales que están a puertas y que, entre otras muchas
cosas, dirán cómo será el futuro del servicio de correos; público y universal como hasta ahora, dando
servicio de calidad a todos los ciudadanos vivan donde vivan, o privado como
han evidenciado apoyar las políticas de
los gobiernos de derechas de los últimos años, desmantelando poco a poco el
servicio haciendo ver que no era rentable. A veces llegan cartas y siempre está
en nuestra mano que lleguen a su destinatario.
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