Este mes comienza la tramitación
de la Ley de Presupuestos Generales del Estado, que fija las políticas que el
Gobierno quiere implementar en el 2017.
Tramitación, que este año se antoja complicada por la aritmética parlamentaria y que desde UGT se ve como una oportunidad
para intentar modificar unos Presupuestos, que consideramos continuistas en
términos generales.
Continuistas, porque siguen en la
línea de la austeridad y de contención del gasto público, mostrándose muy
restrictivos en cuestiones sociales y de servicios públicos y con la vista
puesta en la reducción del déficit público por debajo del 3%. Al parecer, desde
el Gobierno piensan que ello solo es posible “haciendo caja” con las políticas
sociales, circunstancia ésta, que queda
patente al ver el incremento del 1.7 % que no sirve para neutralizar los recortes de años anteriores y
ello, a pesar de la previsión de un PIB del
2.7% para este año. Y es que no se les puede calificar más que de
insuficientes a los incrementos
destinados a Sanidad (2.7%), Educación (1.7%), Servicios Sociales (4.9%) y
Prevención de violencia de género (9,9%) que se concreta en 28 millones de
euros, insuficientes para reconducir una situación cada vez más preocupante.
Como insuficiente creemos desde
UGT que debe ser calificado, el incremento salarial del 1% previsto para l@s
emplead@s públicos tras cinco años de congelación y una bajada del 5% que se
produjo en el 2010. Incremento este del 1%, que curiosamente es el mismo que
propone la CEOE para la negociación colectiva. Coincidencia?.... o premeditación
y alevosía. Lo cierto es que la economía mejora, por lo menos así lo dicen los datos
del PIB (3.2 % en el año 2015, 3.2% en el año 2016 y 2.7% previsto para este
año) y si existe incremento, existe un aumento de la riqueza, pero lo cierto es
que en los hogares españoles esa mejoría no se nota, pero si la percibimos en
los beneficios empresariales que han tenido
un crecimiento exponencial en estos años de crisis a costa de l@s trabajador@s.
En este punto, es conveniente recalcar
que UGT es un Sindicato de clase y como tal, defendemos la redistribución de la
riqueza que puede articularse de dos formas diferentes pero complementarias
entre sí. Una de ellas, a través de una correcta política fiscal que propicie
que paguen más los que más tienen y conjugarlo con políticas sociales que den
cobertura a los más desprotegidos; la otra, a través de la negociación de los
convenios colectivos. Como desde UGT dudamos, que este Gobierno con sus políticas neoliberales cumpla con su parte, se
hace aun más necesario poner en práctica el binomio negociación-movilización para
conseguir a través de los convenios dignificar las condiciones laborales y
salariales de l@s trabajador@s. No nos engañemos, la dignidad en el trabajo
comienza por dignificar los salarios.
Por último y como consecuencia del
acuerdo firmado hace escasos días con el Gobierno, en el Proyecto de Ley de
Presupuestos se frena la destrucción de empleo público y se reduce la
temporalidad en un 90%. Desde UGT esperamos que la CEOE sea también coincidente
con el Gobierno en este tema, deje de propiciar los contratos en precario y
aunque sea con premeditación y alevosía, abogue por la contracción indefinida y
a tiempo completo, lo que favorecerá tener un crecimiento sostenible y sostenido.
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