MANIFIESTO
POR
EL TRABAJO DECENTE EN EL MARCO
DEL X ANIVERSARIO DEL PARTENARIADO
SINDICAL
El concepto de Trabajo Decente fue acuñado por la Organización internacional del Trabajo en 1999, como respuesta al deterioro de los derechos de los trabajadores registrado en la década de los noventa fruto del proceso de globalización. En
estos 14 años El concepto Trabajo Decente se ha convertido
en
la base que enmarca al trabajo digno, crecimiento productivo y desarrollo
sostenible.
El trabajo que dignifica
y permite el desarrollo de las propias capacidades no es cualquier
trabajo; no es decente el
trabajo que se realiza sin respeto a los principios y derechos laborales
fundamentales del Trabajo reconocidos por la OIT. Ni lo es aquel que no permite un ingreso justo y proporcional al esfuerzo realizado, o el que
discrimina por género o por cualquier otro aspecto, o el que se lleva a cabo sin protección social, y por supuesto no lo es aquel que excluye el
diálogo social y el tripartismo.
Hoy en
día el mundo está
sufriendo una
dura crisis
que amenaza
a
los trabajadores y trabajadoras de todo el mundo. Y por primera vez en muchos años, los
trabajadores y
trabajadoras de países de la Unión Europea, y su representares legítimos, los sindicatos, nos
vemos amenazados por una serie de medidas adoptadas en un
marco de políticas neoliberales, que suprimen derechos, recortan en beneficios y prestaciones, y ponen en jaque el concepto de
Trabajo Decente defendido por
la OIT, el triparrtismo y la negociación colectivas.
Por ello las nueve
organizaciones sindicales, miembros del Partenariado Sindical Regional
Europeo; CGIL, CISL y UIL
de
la Emilia Romagna (Italia), DGB de Hessen (Alemania), CGT de Aquitania
(Francia), OPZZ y Solidarnosc de Wielkopolska (Polonia) y UGT y
CCOO del País Valencià (España), en el
marco de la celebración del
X aniversario de este partenariado y dada la proximidad
de
la celebración del Día Mundial
por el
Trabajo decente queremos expresar:
− Que los valores fundamentales de libertad, dignidad humana, justicia social, seguridad y no
discriminación son esenciales para un desarrollo, y una eficacia sostenibles en materia
económica y social.
El diálogo social y la
práctica del tripartismo entre los gobiernos y las
organizaciones representativas de
trabajadores y empresarios,
tanto en el plano nacional
como
internacional resultan ahora aun más
pertinentes que
nunca para
fortalecer la cohesión
social y el Estado
de
derecho.
− Que en momentos como los de ahora es más importante que nunca tener a los jóvenes,
implicados
en la lucha sindical, para que desde la negociación colectiva se frene el deterioro de las condiciones
del
trabajo. Esta es
la única vía de evitar
situaciones terribles como las vividas
en países
sin presencia sindical, como la tragedia de Bangladesh, donde cientos
trabajadores y trabajadoras explotados perdieron la vida
en un accidente
que podría
haberse evitado.
− Que la afiliación es una de las más importantes herramientas con las que un sindicato
se hace fuerte en la sociedad y por ello llamamos a trabajar por la misma a todos nuestros
cuadros.
− Que lograr el
pleno empleo y trabajo decente para todos ha de ser
también un
objetivo de la agenda de desarrollo mundial. Disponer de empleos con unas condiciones
de
trabajo decentes es clave para
lograr
un adecuado desarrollo social y económico.
− Que frente a la globalización neoliberal se hace necesario generar estrategias de protección que frenen sus efectos más nocivos, llegando a acuerdos y políticas que combinen
flexibilización, protección social y competitividad internacional.
En esta línea, los sindicatos firmantes, miembros de la CSI reclamamos de nuevo:
− Sistemas de protección social más fuertes para ofrecer más seguridad e igualdad y evitar la
exclusión social.
− Derechos
más fuertes
para los
trabajadores y las
trabajadoras para
acabar con la preponderancia de los principios únicos del mercado y en mejorar, así, la participación efectiva de los trabajadores y trabajadoras en la democracia laboral de las empresas.
− La mejora de las condiciones de trabajo, asegurando mayor seguridad y salud en el trabajo,
e incentivando la conciliación de la vida laboral
y familiar. La igualdad y la no discriminación
entre hombres y mujeres no pueden considerarse secundarias ante la salida de esta
crisis.
− Le defensa
y el mantenimiento de las políticas de la Cooperación Internacional al Desarrollo, en el marco de la Agenda
Post 15, como compromiso ineludible para lograr la justicia social.
Las
organizaciones sindicales conformamos un actor global de las políticas de cooperación al desarrollo y como miembros del CSI respaldamos su política de cooperación y demandamos, pese a la crisis, su mantenimiento, ya
que
esta no puede ser la escusa para terminar con la misma, condenando a pueblos enteros a que frenen sus proceso de
desarrollo.
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